En un momento de mi vida en que el dolor me invadía y atravesaba mi alma.. La angustia de no sentirme entendida, de no entender yo misma porqué, como y cuando el más hermoso sueño, el regalo más sagrado parecía desvanecerse en un segundo!!! el dolor de percibir la contradicción más grande para mí en ese momento,la vida y la muerte juntas… Una de las manos amigas que Dios puso para mí en esos momentos fue la mano fraterna de Angela quien dulcemente me abrazó y me hizo sentir que no era la única que estaba pasando por esto.. Que podía entenderme perfectamente cada uno de mis miedos, dolores y la fragilidad en la que me sentía. Pero a la vez la fuerza que crecía en mi por el amor infinito e incondicional que me estaba enseñando mi hijo Samuel.. Mi Angel.. Mi pedacito de cielo. Mi Amor bonito. «Y esto también pasará…».
Gracias Angela..por tu guía en procesos muy difíciles durante los últimos días en que mi Angel me acompañó.. Gracias fundación JIC.. Gracias Juan Isaac por tu amor que revelas a través de tu mamita.. Y aunque en ese momento de dolor indescriptible no entendía muchas cosas y sentía rabia, dolor, impotencia, contradicción entre mi fe, mi vida, la ciencia… Hoy allí sigo escuchando las palabras de mujeres sabias, madres de ángeles y juntas nos sostenemos y tejemos y cada día de a poquito, yo, con su ayuda y la de Dios voy entendiendo un poco más..
SANDRA AMADO MAMÁ DE SAMUEL